En un mundo como en el que hoy en día vivimos donde los cambios surgen a una velocidad de cambio continuo, con unos mercados sin barreras, donde solo aquellos que sean capaces de adaptarse a los nuevos retos del mercado sobreviven, y en estos tiempos de globalización, la ejecución de la logística es muy a menudo, se convierte en la principal fuente de diferenciación, ventajas competitivas y creación de valor para una empresa y sus clientes. Competir en este entorno requiere el uso de las últimas herramientas de logística integrada, la aplicación de mejores prácticas específicas de la industria, y la comprensión de las fuentes de valor que la logística aporta al negocio.
La logística como tal tiene un alto coeficiente de apalancamiento en términos de creación de valor. Incluso mejoras pequeñas en un proceso logístico pueden provocar importantes aumentos en ingresos y beneficios.
Una buena red de logística es la que facilita todos los productos para todos los clientes, en tiempo y forma. Los beneficios de una cadena de distribución propia bien administrada, eficiente y segura se notan tanto en el corto como el largo plazo, porque contribuyen a la satisfacción del cliente y la buena imagen de la empresa.
Requerimiento para una buena red de distribución eficiente
Tratándose de cadenas con sucursales en muchos puntos del país, es necesario contar con una flota de camiones moderna y acorde con los volúmenes de mercancías que se necesiten trasladar y con conductores muy eficientes a cargo de las unidades de transporte.
Una red de distribución bien administrada debe prever todo lo concerniente al funcionamiento de loa flota de camiones y el personal a cargo.
Para las cadenas con muchas sucursales, lo ideal es contar con depósitos centrales de dimensiones generosas para que operen como centro de distribución.
La organización debe garantizar que todos los locales de la cadena aun los más alejados puedan disponer de un stock y reponer sus faltantes en formas más rápidas.
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